Monet, Claude. Antibes visto desde los jardines de Salis. (1888)

Aquella tarde ese árbol rompió el horizonte.
Incendiado con la luz del sol,
deconstruyó las retinas del creador.
Ya no pudo elegir su lugar de artista ni de espectador.
Convertido en científico analizó cada espectro de color.
Y tan solo con un encuadre se extasió en la innovación.
¿Imposible será deconstruir su deconstrucción?
Morisot, Berthe. En el comedor. (1875)

Plantada como para fijarte en mi retina
realizas los quehaceres cotidianos.
En un segundo el tiempo se detiene,
tu mirada me penetra,
los colores explotan,
las pinceladas se abren liberadas,
y la luz rompe cada composición
obligándome a guardarte en la cotidianeidad.
¿Podrás mirar cómo te miro?
Manet, Edouard. El Bar del Folies Bergere. (1882)

En la discordia de este bar esperas,
ensimismada aislada y ajena
como esperando que pasará.
Extraña al bullicio y a toda nuestra nocturnidad,
solo esperas cumplir tu función.
Evitando las luces y los reflejos no compatibles
quizás nuestro relato se ordenará en un encuentro de miradas.
¿Continuara el movimiento en tanta quietud?
Wassily, Kandinski. The Lyrical. (1911)
Wassily, Kandinski. Boceto para la Composición VII. (1913)
Vincent, Van Gogh. Noche Estrellada. (1888)
Vincent, Van Gogh. Cinco Girasoles. (1888)
Mientras siento que la locura me abraza
intento entiendas la simultaneidad de mis sentidos.
Mientras te cantas veo colores.
Mientras te pinto siento tocarte.
Mientras te pienso te huelo.
Mientras hablas saboreo tus besos.
Y mientras te explico solo veo en grises.
No entiendes.
No te ocurre.
Justificas con engaños de la mente.
Me hablas gravemente y explotan los amarillos,
Me hablas agudamente y se entonan los azules.
Refulgen fuegos artificiales.
Continúas hablando,
aparecen colores vividos y relucientes.
Mientras pienso en el arte,
mi percepción se expande.
No comprenderás.

Si la locura vendrá
o la cordura cesará,
atravesará la oscuridad de mi corazón
para hallar la luz.